Como una función social, la educación permite la integración del individuo a su relación contextual mediante la comprensión, sentido y orientación de su saber; contribuye a consolidar un sistema que de manera intencional resalta las capacidades y habilidades del individuo y modifica sus conductas a partir de lo que hace o desarrolla e implica una posibilidad de ser en sí mismo un compromiso. Ante la constante reconstrucción de una sociedad, la educación posibilita y establece las relaciones sociales entre los hombres, su naturaleza y sus formas de producción definiendo su propia acción.
Es por eso que el docente como un agente activo, participativo e innovador, ha dado respuesta a los diferentes modelos educativos que ofrecen de manera diversa la visión y prácticas educativas a partir de las relaciones que se desarrollan al interior de cada una de las aulas y sobre todo del tipo de modalidad en la que se este trabajando
Partiendo de la consideración socializadora de la educación escolar, el docente necesita recurrir a determinados referentes que le guíen, fundamenten y justifiquen su actuación a fin de que pueda plantear o enfrentar los retos enmarcados en las condiciones de calidad, equidad y eficiencia, en una vida académica integral.
En la actualidad, la modernización de la sociedad y paralelamente de la educación, comparten un sin número de relaciones entre el hombre y su trabajo, requiriendo dominar un proceso productivo y un mecanismo de aprendizaje más complejo, derivando en él, la experiencia, atención a las necesidades de la sociedad a través de los diferentes grupos sociales.
Dichas relaciones manifiestan las formas en que el docente diversifica su actuación, para atender la estructura de clases, ramas y niveles de empleo dentro de las instituciones educativas pero a su vez establece como mecanismo de producción social la labor de enseñanza–aprendizaje relacionada con la acumulación y transmisión de conocimientos y habilidades en su labor académica.
Es así como, el devenir docente ha generado la posibilidad de que de manera consiente pueda crear un ambiente donde el alumno logre integrarse a una sociedad con un sentido de relación y pertenencia.
El sentido que dan los modelos educativos al actuar del docente, le permiten reorientar la constante labor de formación y profesionalización en las distintas áreas de conocimiento, disciplinas técnicas y científicas y de la toma de conciencia que genera la educación media superior en el individuo.
Es importante señalar que el quehacer docente en el aula no involucra tan solo destrezas y dominio del trabajo en el grupo, implica, además, el dominio de competencias que incluyen no solo el saber epistemológico, además la identificación con un espacio curricular y el incentivar el aprendizaje de quienes se están formando.
En la labor pedagógica y disciplinaria que desarrolla el docente están inmersos los métodos que dan sustento teórico y filosófico al quehacer educativo, los modelos educativos que le dan sentido a la actuación del docente y los modelos didácticos que orientan la formación del profesor y le apoyan en el establecimiento de estrategias metodológicas de enseñanza–aprendizaje los cuales son trabajados de manera integral con los esquemas curriculares que presentan los proyectos educativos
Al incorporar un modelo educativo que permita al profesional desarrollarse en un marco flexible y competente, hace necesaria la participación de distintos actores que se involucren directamente en el ejercicio curricular como es el docente que incide en el proceso formativo y se constituye como un pilar en esta transformación.
El docente como un agente activo, participativo e innovador, ha dado respuesta a los diferentes modelos educativos enmarcando las visiones y prácticas educativas a partir de la orientación de cada modelo.
La corriente tradicional se preocupa por la transmisión del conocimiento y no por la construcción o descubrimiento del mismo. El profesor centra su atención en la enseñanza, por lo que se limita al uso de la exposición, la imagen en este modelo es un profesor que habla y unos alumnos que escuchan, por lo tanto debe tener una formación enciclopédica. En este modelo hay una nula consideración del grupo como propiciador de aprendizajes y los roles tanto del profesor y alumno son estáticos.
El modelo de tecnología educativa operó fuertemente como un modelo de innovación escolar en la década de los 70, donde el docente es visto como agente que cumple funciones instruccionales e instrumentales bajo la ideología de la eficacia y la eficiencia, centrando su actividad en el “cómo” enseñar y despreocupándose del contenido y la teoría. Donde el docente puede resolver todo tipo de problemáticas educativas, independientemente del contenido y el contexto institucional donde trabaja.
El modelo de didáctica crítica surge en la década de los años 80, como un cuestionamiento a la tecnología educativa, proponiendo tres niveles de análisis: social, escolar y áulico y reconoce que la educación es liberadora y enajenante. Por lo tanto el docente consciente de esta contradicción debe tomar partido por el lado crítico del proceso, es así que el quehacer docente se da en una serie de pasos para establecer objetivos de aprendizaje de las unidades y cursos, organizar el conocimiento a partir de la reflexión, evaluar los objetivos de aprendizaje alcanzado, así como los obstáculos y resistencias que se presentan al aprender; este modelo se centra en el trabajo grupal
El constructivismo, como un modelo de aplicación en las nuevas tendencias educativas, tiene sus fundamentos en las investigaciones de Jean Piaget, Vigotsky y Ausubel cuyos enfoques se centran en la mejora de la educación en la enseñanza y el aprendizaje donde la función del docente es un sujeto activo, mediador y facilitador que permite el conocimiento compartido, el aprendizaje cooperativo que le permite al individuo generar una construcción progresiva de significados.
La perspectiva del aprendizaje por descubrimiento, desarrollada por J. Bruner (1962), atribuye una gran importancia a la actividad directa de los estudiantes sobre la realidad, afirmó que los maestros deberían esforzarse por lograr la economía en su enseñanza, este principio implica tomar un concepto difícil y no volverlo claro y sencillo para los alumnos, no tomar un concepto fácil y hacerlo difícil, esto significa ayudar a los estudiantes a examinar a profundidad unas cuentas ideas esenciales en lugar de bombardearlos con hechos no relacionados con poca probabilidad de tener un impacto sobre el aprendizaje, ¿cuántas veces como docentes forzamos nuestra tarea a alcanzar los contenidos y cumplir al 100% el programa?, cuando en ocasiones hasta los mismos contenidos no están sugeridos a la realidad del entorno o el currículo no está orientado a las necesidades sociales de la región.
El constructivismo de Jean Piaget se asocia al desarrollo de competencias ya que el alumno siendo el sujeto, actúa de forma activa, con conocimientos previos sobre los cuales va a realizar nuevas construcciones siendo él, el centro de la organización de las actividades pedagógicas.
En su construcción el estudiante se enfrenta a problema en su vida diaria, formula algunas hipótesis, compara excluye, ordena, contrasta, reformula sus hipótesis, busca regularidades, pone a prueba sus anticipaciones reorganiza los datos según su nivel establece muchas veces conexiones originales entre las cosas. Como docentes somos facilitadores que ayudamos al alumno a "descubrir" los conocimientos favoreciendo su reconstrucción. Esta intervención debe ofrecer a los alumnos contraejemplos a sus propias ideas, de tal manera que estos se vean obligados a revisarlas, favoreciendo la autonomía del estudiante, es un trabajo compartido actuar como coordinador para avanzar en el conocimiento y crecer en lo moral, colaborar para proporcionar las condiciones necesarias para que los estudiantes puedan autogobernarse. Aprender es un proceso donde existen periodos o estados de desarrollo, prevalece la asimilación, en otros la acomodación, por lo se presentan estadios "epistemológicos", actualmente llamados cognitivos, que se han definido en el ser humano. Por lo que el alumno es activo, critico, moral e intelectualmente autónomo, que coopera con los otros, es él ser ideal de la escuela piagetiana.
Esta concepción de Piaget es aplicada en las competencias genéricas del perfil del egresado del Bachillerato, claro ejemplo será desarrollar: "1. Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue; y 6. Sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva." Y en las competencias disciplinares de la RIEMS: "Identifica problemas, formula preguntas de carácter científico y plantea las hipótesis necesarias para responderlas; Obtiene, registra y sistematiza la información para responder a la pregunta de carácter científico, consultando fuentes relevantes y realizando experimentos pertinentes."
La propuesta pedagógica de Vitosky está anclada en la ciencia psicológica que estudia la evolución de las etapas mentales en los seres humanos. La construcción del conocimiento, Influencia del aprendizaje en el desarrollo, la educación y el contexto social y el papel del lenguaje en el desarrollo.
Todo absolutamente en el comportamiento del estudiante está basado, arraigado en la interacción social, ya que en el proceso del desarrollo la sociabilidad desempeña un papel formador y constructor. Por lo tanto los seres humanos tienen la capacidad de combinar y de crear algo nuevo durante todo su ciclo vital. La actividad creadora entendida como una acción humana creadora de algo nuevo, es el principal objetivo y la última etapa educativa a lograr por los alumnos. El aprendizaje es concebido como un proceso dialéctico que no centra la adquisición del conocimiento ni en el sujeto ni en el objeto sino en la relación entre ambos.
La función del docente es solamente apuntalar la "evolución natural". La intervención de padres y maestros ayuda al alumno a "saltos cualitativos" en el desarrollo mental. Por esta razón el papel del docente es el de provocar en el alumno avances que no sucederían nunca de manera espontánea. Y con esto se adelanta el desarrollo, actuando como mediador entre la cultura y el individuo.
El aprender, es un proceso natural de desarrollo, el aprendizaje se presenta como un medio que fortalece este proceso natural, pone a su disposición los instrumentos creados por la cultura que amplían las posibilidades naturales del individuo y reestructuran sus funciones mentales. El alumno utiliza sus propios recursos y el nivel que puede alcanzar cuando recibe apoyo externo (las pistas o claves que el maestro le da para facilitar su trabajo o incluso el apoyo emocional para que confíe en sí mismo). Se puede actuar en tres formas:
1. Reconociendo la importancia de las diferencias individuales y saber entender de cada estudiante en sus dificultades en particular. 2. Evaluar también las habilidades de intercambio social para resolver problemas y no sólo las espontáneas. 3. Planear con más cuidado el tipo de experiencias sociales y culturales a las cuales se expone al alumno.
La concepción constructivista, como marco explicativo, parte de la consideración socializadora de la educación escolar...-donde– los profesores como cualquier profesional cuyo desempeño deba contar con la reflexión sobre lo que hace y por qué lo hace, necesita recurrir a determinados referentes que guíen, fundamenten y justifiquen su actuación
Basado en este último modelo y bajo la tendencia de las demandas de un mundo globalizado, la educación media superior se plantea reformas educativas para enfrentar los retos que permitan mejorar las condiciones de calidad, equidad y eficiencia, respecto a la docencia se consideran como funciones que el docente debe desarrollar: formadora, de gestión, y de formación, en las que se puede observar que el profesor universitario puede traducir su práctica docente a la planeación didáctica, conformación de programas, identificación curricular, objetivos del aprendizaje, selección de contenidos de estudio y evaluación de procesos, que van inmersos en el proceso de enseñanza y aprendizaje ante un grupo.
El sentido que dan los modelos educativos al actuar del docente, le permiten reorientar la constante labor de formación y profesionalización en las distintas áreas de conocimiento, disciplinas técnicas y científicas y de la toma de conciencia que genera la educación superior en el individuo.
En este sentido el docente juega un papel fundamental en la escuela, trasmite habilidades, genera conocimientos y desarrolla actitudes para un cambio social. Por lo anterior el docente deberá tener un carácter reflexivo y crítico de su saber, de cómo aprende, de qué aprende y para qué aprende, lo que permite establecer una relación entre teoría y práctica, favorecer la socialización y profesionalizar su labor docente.
Sin embargo, partiendo del sentido socializador de la educación el docente integra y aporta su análisis a situaciones educativas como una herramienta útil para la planificación, seguimiento y evaluación del proceso educativo, centrando su acción en distintos espacios como el normativo, social, político, cultural, económico y tecnológico.
Bajo esta postura, entonces la educación basada en competencias es un medio para la reflexión permanente del docente, alumnos, padres de familia y todos aquellos actores de la educación que permiten cada día una mejora aunque ese mejorar sea necesario perfilarlo en cada avance obtenido y con cada falla reflexionada, surge entonces la cuestión: ¿qué concepciones de aprendizajes nos parecen congruentes con el enfoque por competencia y por qué?, la cual fue contestada en los párrafos anteriores.
Concluyo que el desarrollo de competencias y capacidades supone la adquisición por el alumno de nuevas conductas, pero no puede reducirse a ellas, es perfectamente posible mostrarse capaz de, resolver un problema a través de medios diferentes, usando conocimientos diferentes y estrategias diferentes, por lo que, que si nos interesa es que el estudiante aprenda a resolver problemas- no tiene sentido definir nuestros objetivos en forma de una determinada conducta, exactamente la misma para todos. Desde hace varios años, grupos de científicos y docentes en diferentes ámbitos han analizado la problemática de la educación mecanicista como proceso que reproduce una conciencia fragmentada y cientificista, que no sólo preparar al estudiante para una vida inteligente y creativa sino que pone límites a sus capacidades. Y donde hoy en día el aprendizaje colaborativo, se desarrolla en un contexto donde los participantes negocian los significados y donde las competencias son diversas.
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“el docente como un agente activo, participativo e innovador, ha dado respuesta a los diferentes modelos educativos que ofrecen de manera diversa la visión y prácticas educativas a partir de las relaciones que se desarrollan al interior de cada una de las aulas”.
ResponderEliminarEsto es lo que hemos realizados los docentes a través del tiempo, ya que nos hemos enrolamos en el desarrollo de la sociedad, siempre en beneficio de nuestro país.
Maestra Evangelina su punto de vista es totalmente sorprendente muy completa, considera que el desarrollo de las competencias se plasman en el constructivismo de Jean Piaget en donde el docente juega un papel fundamental en la escuela desarrollando actitudes para llegar a un cambio social y que el docente sirve como andamio de la evolución natural del desarrollo, por lo tanto apoya también que:
ResponderEliminarLas competencias no se adquieren, ni se construyen de pronto y de la nada, sino que se desarrollan a partir de organizaciones de esquemas de acción anteriores, de la misma manera que los nuevos conocimientos no se construyen, sino a partir de unos conocimientos anteriores.
¿Considera que el docente es un mediador?
Saludos.